
Digital Signage, todos delante de la pantalla
La cartelería digital, también conocida como digital signage, está viviendo, según los últimos estudios, una etapa dorada. El engagement y los datos de cobertura y notoriedad que recoge son mejores que nunca.
Solo hay que observar a los usuarios, cómo se quedan mirando fijamente las pantallas de televisión en los bares o a los niños ante un espectacular pre-roll en una pantalla de exterior de gran formato. En definitiva, nos encanta estar delante de una pantalla, la publicidad exterior lo sabe y cada vez le está sacando más partido.
Según el Digital Media Institute (DMI) de Alemania, el digital signage es el paradigma de la eficacia en publicidad exterior. El 60% de los usuarios de más de 14 años ha estado en contacto con una pantalla publicitaria digital en la última semana, y entre adolescentes de entre 14 y 29, el porcentaje aumenta hasta el 75%.
Este dato implicaría simplemente que hay muchas pantallas digitales en Alemania (más de 111.000 pantallas), pero, el nivel de recuerdo y conexión, o, lo que es lo mismo, el engagement es altísimo.
Cuando pensamos en pantallas digitales enseguida recordamos los mupis y las marquesinas. Pero, las pantallas digitales que mejor ratio de notoriedad y exposición consiguen son las de aeropuertos, taxis y gimnasios.
No parece que el digital signane haya llegado a su culmen, seguirá creciendo durante el 2017 y más allá. Las previsiones de los analistas de medios sitúan el crecimiento de las pantallas led de digital signane outdoor en un 26,5% entre el 2016 y 2024. El volumen de negocio superará los 22,4 billones de dólares para 2024.
Uno de los factores más importantes para este espectacular crecimiento es la notoriedad y la cobertura. Pero no se queda ahí, es un formato más dinámico a la hora de realizar cambios, sin gastos de producción físicos y con posibilidad de rotación según el momento del día y el interés del público.
Más vale que nos vayamos acostumbrando a su brillo nocturno, ya que se convertirán en las estrellas del mañana.